NO ESTÁS

Esa foto tuya que me engaña, ese número en agenda que aún no borro, esa ropa tuya que me dicta tu olor y me transporta, ese “ring ring” infaltable en marzo de cumpleaños que ilusiona.

El eco de tu voz sempiterna en mi memoria, los acordes de guitarra que copio para seguir la misma línea por la que desfilaron tus dedos.

Un cuaderno con tu letra, tinta fresca torturante. Una canción con nombre de flor, un bolero bailable sin pareja.

Una taza de café sin acompañante, un carnaval sin mandolina, un pastel sin pastelero, un nombre que no llama a nadie.

Una risa que mi oído extraña, pero aún recuerda. Una mueca extraña que se replica en mi faz sobre el espejo.

Y los riachuelos, la lluvia, las botas, el asno, la alforja, los mosquitos pululantes, tu cara bajo sombra, un perfil grisáceo feliz, un recuerdo, que rebota en mi realidad, me cachetea la existencia, la nada.

Un “te quiero” mirando al cielo, esta letra que me desgarra el alma, letra que flagela, y que, en el punto final, me recuerda que ya no estás.

*Dedicado a mi padre, alma buena que partió de este mundo, pero que vive y vivirá en mi memoria el resto de mis días.